Un infiltrado en el Encuentro Nacional Anticorrupción




Un infiltrado en el Encuentro Nacional Anticorrupción
 

¿Un fiscal provincial penal de Perú en el mismo panel que un abogado acusado de engañar a los mercados mexicanos?
¿Un destacado exfiscal anticorrupción compartiendo el estrado con el representante de una empresa que ganó un contrato de miles de millones de pesos a tan solo tres meses de haber sido creada?
¿Expertos de la talla de Maria Amparo Casar, Denise Dresser, Mauricio Merino y Claudio X. González en el mismo escenario que el socio de una empresa acusada de extorsión, en nombre de la transparencia?
El Encuentro Nacional Anticorrupción, organizado por el Gobierno del Estado de Chihuahua, es un foro que tiene todo para posicionarse como un referente de uno de los temas más críticos de la región y de México. Tiene el respaldo de los expertos, así como de instituciones clave, y no podría organizarse en un mejor momento. Sus conclusiones, sin exagerar, pueden marcar un antes y un después en la lucha anticorrupción en México.
Sin embargo, que se haya colado un infiltrado no sólo pone en riesgo su propia reputación, sino también la de sus conferencistas estrellas y la del movimiento nacional que han creado.
Quizás haya sido por su cercanía con el gobernador Javier Corral que Paulo Díez pudo colarse cuando se presentó como luchador social, asegurando que había expuesto desvíos multimillonarios de una empresa a una campaña estatal.
Quizás también por eso haya podido colarse el nombre de Infraiber en la publicidad del foro. Pero detrás de Paulo Díez hay una muy larga, muy opaca y muy corrupta historia por contar. En el marco de un foro anticorrupción, esta historia se tiene que contar.
Manténganse en sintonía. La verdad sobre Paulo Díez y sus socios se sabrá muy pronto.
 

Comentarios